Mantak Chia nació en Tailandia en 1944 y a los seis años de edad fue iniciado en prácticas de meditación
por monjes budistas. Su empeño en aprender las enseñanzas taoístas le llevaron hasta el Ermitaño de la Nube Blanca, un maestro procedente de la China Central que durante cinco años le transmitió las prácticas taoístas. Se le conoce internacionalmente por sus libros sobre cómo potenciar la sexualidad masculina y la femenina, pero Mantak Chia es también sanador y profesor y sus enseñanzas son difundidas y practicadas en todo el mundo por miles de personas.
En sus libros ha expresado que para comprender el concepto del Tao es necesario trabajar con la alquimia interior. ¿Qué sugiere para activarla?
Es sencillo. Podemos hacerlo a diario. Cuando por ejemplo nos enfadamos, si convertirnos la ira en amabilidad y felicidad, ya tenemos un primer cambio alquímico. Hay que recurrir al corazón y sonreír. Otro cambio estaría promovido por la excitación sexual. Esta energía puede hacer que lleguemos al orgasmo. Si no sientes nada, entonces no pasa nada. Todo en nuestra vida es un continuo cambio alquímico. O bien utilizas la energía y la transformas haciéndola ascender o la pierdes. Para eso tenemos diferentes técnicas que nos ayudan como la Sonrisa Interior, la Absorción Orgásmica Ascendente, la Órbita Microcósmica, la Respiración del Fuelle… Y la propia práctica sexual. El odio puede transformarse en amor mediante la sonrisa interior.
Algunas personas no parecen tener dificultades en experimentar la energía multiorgásmica, sin embargo la mayoría de la gente no lo consigue sin un entrenamiento adecuado. ¿Es posible aprender un método para aumentar esta energía o estar conectado a la misma? ¿Acaso se almacena?
Sabemos que los hombres tienen más facilidad que las mujeres para llegar al orgasmo, sobre todo cuando este depende de ellos. Hay métodos que ayudan a potenciar la energía orgásmica. El Tao del sexo abarca tres dimensiones, física, emocional y espiritual. Mediante ejercicios físicos determinados se aspira a fortalecer los órganos sexuales, lo cual redunda en una mejora hormonal, tanto para hombres como mujeres. El paso siguiente es sentir que la energía de los órganos sexuales puede manejarse y hacerla ascender a un centro superior más elevado. Para ello se trabaja con diferentes formas de respiración, según cada sexo. Hay que entrenarse adecuadamente para que la energía sexual, que es la energía de la que hemos nacido, se concentre y cree nueva energía para beneficio nuestro.
Como maestro en sexualidad taoísta, ¿qué cree que necesita el hombre occidental para mejorar en este aspecto tan importante de la vida? ¿Tal vez hay algo erróneo es su actitud hacia el sexo?
La cuestión es que en Occidente todo el mundo quiere sexo, pero culturalmente, la religión o la propia sociedad, niega o reprime la sexualidad diciendo que se debe a malos instintos. Por otro lado, la gente tiene poco conocimiento de cómo potenciar su sexualidad sin perder energía, es decir, no practican el sexo de forma elevada. En el Tao no ocurre así. Cuando el hombre y la mujer pierden su energía o magnetismo sexual se alejan, así pues ambos deben aprender a recuperarla para alcanzar la armonía y la satisfacción conjunta en el cerebro, el cuerpo y el corazón. No es difícil. Llevo cuarenta años enseñando técnicas para tal fin y con el tiempo he ido simplificando muchos pasos de modo que mis alumnos pueden conseguirlo ahora con bastante facilidad. Pueden sentir cómo asciende su energía sexual a centros superiores. Mientras los hombres aprenden a controlar su eyaculación, las mujeres aprenden a reducir su menstruación y al no tenerla todos los meses almacenan energía.
¿Es posible en España aprender las técnicas y ejercicios que enseñan a mejorar la sexualidad individual para obtener orgasmos más profundos y prolongados? Lo mismo se aplica a la salud en general.
Tenemos bastantes instructores en nuestros centros de Tao Garden en diferentes ciudades españolas. En ellos se pueden aprender tanto técnicas sexuales como Chi kung, Tai Chi y diversas técnicas de meditación taoísta.
Como sanador y profesor, ¿qué parte de su trabajo le resulta más querido o satisfactorio?
Me gusta enseñar a la gente a curarse a sí mismos y a convertirse en sus propios maestros. Lo más satisfactorio para mí es que no tengan que depender de nadie. Hago mucho hincapié en esto en mis enseñanzas.
Usted sugiere que meditar sobre la muerte a diario favorece que se pierda el miedo a la misma. ¿Qué clase de meditación propone para superar dicho miedo
En el Tao dividimos el miedo en diferentes secciones. Hablamos de inmortalidad, creemos en ella. Esto es algo que hacen muchas religiones también, pero nosotros creemos que podemos transformar la “materia” de la que estamos hechos en algo espiritual. Podemos elevar nuestra existencia terrenal a un plano superior. Cuando entendemos esto la muerte deja de tener sentido para nosotros y por eso hablamos de “separación”, no de muerte. Para la transformación partimos de la fusión del elemento fuego y creamos otro cuerpo. El Tao enseña que tenemos el cuerpo físico, el emocional o lo que llamamos alma y el espiritual. Cuando ascendemos a un plano superior los tres se funden y entonces tenemos que separarlos controlando dicha separación para crear un cuerpo energético único. Al conseguir esto se experimenta la muerte, se trata de algo que nos ayuda a comprender el proceso de muerte física y, por tanto, a superar el miedo a la misma.
¿Qué puede ofrecer el sistema taoísta a un occidental desde un punto de vista de la salud?
La primera cosa que dice el Tao es que nuestro cuerpo debe estar y mantenerse sano. En cambio en Occidente la religión determina que lo más importante es ir al cielo y pasa por alto para qué y por qué estamos aquí. Para nosotros los taoístas no es así, el cuerpo es el vehículo, debemos fortalecerlo antes de alcanzar nuestro destino. Por eso aplicamos todo tipo de prácticas corporales curativas que incluyen masaje, etcétera. Es la premisa para todo lo demás.
¿Qué recomendaría a las mujeres jóvenes para mejorar su sexualidad y su salud?
Lo primero que tienen que hacer es aprender a contraer el útero y a fortalecer la vagina con masaje y con ejercicios realizados con un huevo de jade. La forma del huevo es muy adecuada. Además de reforzar los genitales es fundamental que abran el corazón.
¿Pueden las prácticas taoístas protegernos con
tra la contaminación electromagnética ambiental? ¿Hay alguna técnica especial para tal fin?
Sí, trabajamos para conseguir un aura o un escudo energético, que nos protege de virus y bacterias. Se consigue con técnicas de respiración, entre otras cosas. La gente sana con el sistema inmunológico fuerte tiene dicho aura. En cuanto a la contaminación electrónica, nosotros creemos que tenemos una orbita microcósmica igual que la Luna y los planetas y cuando aprendemos a manejarla muy deprisa nada puede afectarnos. Hay muchos maestros espirituales que rechazan todo, televisión, móviles, ordenadores, pero yo no tengo ningún problema con el manejo de material electrónico (muestra su ordenador portátil sobre la mesa). Tenemos que vivir con estos aparatos y hay que aprender a protegerse.
Usted aprendió antiguas prácticas y secretos taoístas con un maestro auténtico. ¿Ha tenido necesidad de reinterpretar sus enseñanzas para ajustarlas a nuestra sociedad moderna?
Sí, he tenido que mejorarlas muchísimo para que pudieran ser comprendidas en Occidente. Pero también Occidente me ha enseñado cosas valiosísimas. El conocimiento de la anatomía humana, por ejemplo, es superior y me resulta de gran ayuda para los trabajos de visualización (muestra en la pantalla del ordenador gran variedad de imágenes de los órganos internos increíblemente detallados). Cuando se ven con tanta claridad es muy fácil imaginárselos después y efectuar una conexión cerebral con ellos. Si quieres contraer el útero, por ejemplo, lo visualizas perfectamente y le envías órdenes para que se contraiga y fortalezca. Utilizo cientos de diapositivas en mis talleres para enseñar las prácticas taoístas de entrenamiento básico (continúa mostrando gran variedad de imágenes sorprendentes sobre la anatomía interna, así como muchos diagramas energéticos del cuerpo humano).
¿Qué ejercicios físicos o deportes recomienda para mantenerse en forma? ¿Podría explicar también por qué el Tai Chi y el Chi Kung son tan buenos para la gente mayor?
El Tai Chi es bueno para cualquier edad. El Chi Kung y sus variantes favorecen el sistema respiratorio, los órganos internos y rejuvenecen el cerebro. Los estudios de electroencefalogramas realizados con adultos y ancianos practicantes han mostrado rasgos parecidos a los electroencefalogramas infantiles. Una combinación de Tai Chi y Chi Kung es ideal, pero también conviene incorporar la práctica de meditación y el trabajo interno.
EJERCICIO: LA SONRISA INTERNA
Sonreír es una gran herramienta para la curación interior: libera endorfinas que estimulan el sistema inmunitario. La meditación taoísta de la Sonrisa Interna permite activar el amor por el propio cuerpo. Aplicada a los órganos sexuales resulta efectiva para fortalecerlos. Practícala con regularidad:
- Relájate y respira profundamente sentada en postura de meditación.
- Con los ojos cerrados lleva la atención a las plantas de los pies. Siente la conexión con la tierra y la energía que atraviesa tus pies, asciende por las piernas y llega hasta tu abdomen.
- Visualiza un rostro radiante a un metro de distancia. Sonríe y siente esta energía amorosa que entra por el tercer ojo.
- Sonríe a tu ombligo y siente que la energía radiante desciende por la parte frontal de tu cuerpo hacia tu centro abdominal, a unos 4 centímetros por detrás del ombligo. Si colocas la palma ahuecada a la altura del ombligo recibirás más fácilmente la cascada de energía que se desprende de tu rostro radiante.
- Tócate el corazón con las puntas de los dedos. Sonríele e imagina que se abre como una rosa floreciente de amor. Siente cómo irradia esta energía por todo tu cuerpo.
- Vuelve a llevar energía amorosa a tu ombligo y siente cómo fluye hasta él desde el corazón.
- Sonríe a tus órganos genitales mientras te tocas el vientre y la pelvis con las manos. Siente tu útero, ovarios y clítoris plenos de energía y amor en tu interior. Siente amor por tus genitales.
- Lleva la energía amorosa de tus órganos sexuales a tu ombligo. Haz girar la energía de los mismos mezclándola con la energía del corazón. Comienza en el centro del ombligo y visualiza una espiral que primero gira hacia fuera y luego hacia dentro. Para favorecer su absorción puedes mover la energía frotándote el abdomen con la mano.
2 comentarios:
ESTIMADOS HERMANOS:
Solicito mi transmigracion divina con el Dios de la larga vida de los 8 inmortales en mi avatar correspondiente.
Atentamente:
Jorge Vinicio Santos Gonzalez,
Documento de identificacion personal:
1999-01058-0101 Guatemala,
Cédula de Vecindad:
ORDEN: A-1, REGISTRO: 825,466,
Ciudadano de Guatemala de la América Central.
Me gustó este artículo, ya lo había leído, pero ahora vine a entenderlo mejor...
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